¿Qué es el dióxido de cloro y cómo funciona?

Antes de entrar a toda la explicación científica del Dióxido de Cloro, quiero compartirles la definición propia del mismo, la cual comparto con los miles de usuarios que me han consultado…

“El Dióxido de Cloro es Oxígeno líquido, el cual tiene la capacidad de oxidar de forma selectiva microorganismos, virus, mucosidades, metales pesados y células según su nivel de acidez, dando como resultado la alcalinización y oxigenación del organismo; en consecuencia, cualquier enfermedad que este relacionada con los elementos antes mencionados, microorganismos, virus, mucosidades, metales pesados, acidez y falta de oxigeno se verán beneficiados”

Ahora quiero ser un poco más preciso, estrictamente no es oxígeno líquido, el Dióxido de Cloro es un gas que se desprende de la combinación del Clorito de Sodio y ácido clorhídrico al 4%, a dicha combinación se agrega agua y posteriormente se toma; de este modo ha de entenderse que siendo un gas, el Dióxido de Cloro entra al organismo junto con el agua, pero sigue siendo un gas que penetra a través de todas las membranas del cuerpo realizando su efecto oxidativo.

He de aclarar también que el proceso oxidativo con microorganismos, virus, mucosidades, metales pesados y células es distinto; explicaré esto detalladamente más adelante.

Por último, mencionar que el Dióxido de Cloro no cambia el pH del agua con que se combina, no es una sustancia alcalina, sino que su efecto alcalinizante es una consecuencia de la oxidación de elementos ácidos, a partir de los cuales quedan restos como cenizas alcalinas.

Mi conceptualización inicial es bastante simplista, pero me ha servido muchísimo para explicar de modo simple de que estamos hablando, para la mayoría esto es suficiente y con esa idea despegan hacía los protocolos de uso, para los que desean una explicación más detallada, ahora entraremos con la explicación científica.

El proceso oxidativo y
los antioxidantes

La respiración es en realidad sinónimo de oxidación; todo cuerpo enfermo esta acidificado y sin oxígeno, carente de energía y con un profundo desequilibrio electro-químico.

El oxígeno es más importante que cualquier nutriente, pues sin este, los otros no podrían combustionarse y no tendríamos energía, calor y electricidad.

La oxidación es el proceso mediante el cual las moléculas pierden electrones (los oxidantes los roban) formando radicales libres, los cuales son igual necesarios en muchos procesos inmunológicos pero peligrosos cuando se generan en exceso.

Cuando hay una carencia permanente de oxidantes, se producen infecciones o insuficiencias metabólicas y si, por el contrario, predomina una carencia de antioxidantes, se presentan molestias articulares o neurodegenerativas.

El proceso de oxidación favorece la alcalinización del cuerpo, pues transforma las sustancias acidas en cenizas alcalinas que pueden ser más fácilmente eliminadas por el cuerpo.

Mientras que los oxidantes se encargan de generar calor a través de la combustión, los antioxidantes se encargan de limitar dicha producción, ambos elementos y sus consecuentes procesos deben estar en un perfecto equilibrio para que el cuerpo funcione apropiadamente.

La función de los antioxidantes es impedir que ciertas moléculas se unan al oxígeno, esto lo logran a través de relacionarse más rápidamente con los radicales libres del oxígeno, antes de que estos lo hagan con otras moléculas presentes.

La acción puntual del antioxidante será la de “sacrificar” su integridad para evitar alteraciones de otras moléculas que su mantenimiento es de mayor relevancia al organismo. Los antioxidantes que consumimos con los alimentos se oxidan al neutralizar al radical libre y por tanto su reposición debe ser continua.

Los antioxidantes ha de ser usados terapéuticamente en los casos en que la persona esta oxidando de más, pero cuando buscamos un proceso oxidativo es necesario evitar el exceso. Por ejemplo, es procesos depurativos es necesario no consumirlos en exceso, pues es justo la oxidación la que permitirá eliminar las toxinas del cuerpo.

¿Qué es el MMS o CD?

El MMS (Master Mineral Solution como lo denomino Jim Humble) es Clorito de Sodio  activado con Ácido Cítrico, mientras que el CD (Chlorine Dioxide como lo denomino Andreas Kalcker) es Clorito de Sodio activado con Ácido Clorhídrico, cualquiera de las dos combinaciones PRODUCE Dióxido de Cloro, el cuál al entrar al organismo tiene la capacidad de oxidar selectivamente según el pH distintos microorganismos patógenos (normalmente los microorganismos patógenos son anaeróbicos y con un pH más ácido que el de las células o microorganismos simbióticos del cuerpo), mucosidades o biofilm, toxinas exógenas o endógenas y metales pesados que al estar presentes y acumulados en el organismo crean condiciones sintomatológicas.

La solución del MMS al 28% es en realidad al 22.4% pues el clorito de sodio base que se utiliza esta al 80% y no al 100%. Las dosis de 3 gotas contienen 30ppm de dióxido de cloro y .0004% de clorito de sodio, lo cual es una dosis muy por debajo de la que pudiera causar toxicidad. RECUERDA: NUNCA INGERIMOS CLORITO DE SODIO PURO Y SIN ACTIVAR Y MUCHO MENOS SIN DILUIR.

La sustancia en sí no deja residuos tóxicos, aunque si puede generar efectos secundarios según los residuos de los materiales oxidados, materiales que ya estaban en el cuerpo y que ya se encontraban causando daño al organismo. A diferencia del cloro el Dióxido de Cloro nunca se combina con ninguno de los elementos a los cuales está oxidando de forma que no hay como resultante ningún producto tercero que sea tóxico para el organismo. 

El dióxido de cloro entrará a sangre y órganos sin causar reacción o daño, tampoco afecta la flora intestinal, todo esto debido a que su carga eléctrica es positiva al igual que la de estos últimos, por este mismo motivo tampoco reacciona con medicamentos; de hecho, no hay nada que sea parte cuerpo y que pueda ser oxidado por el Dióxido de Cloro en la concentración de 0.018% (proporción generada a partir de 3 gotas de Clorito de Sodio activado diluidas en 125ml de agua).

El Dióxido de cloro es auxiliar en el tratamiento de enfermedades respiratorias, VIH-Sida, artritis, diabetes, cardiopatías, epilepsia y otras enfermedades neurodegenerativas, distintos procesos oculares y auditivos, problemas de piel, malaria, dengue, problemas dentales y bucales en general, cáncer, autismo, y cualquier otro padecimiento o sintomatología que tenga que ver con la acumulación de metales pesados, microorganismos patógenos, mucosidades o toxinas.

Lo que favorecerá el proceso de recuperación no son las altas dosis de Dióxido de Cloro sino lograr mantenerlo por el mayor tiempo posible activo dentro el cuerpo, incluso con dosis mínimas. El Dióxido de Cloro no permanece en el cuerpo por más de 2 horas, el tamaño de la dosis no marca gran diferencia durante el tiempo que este está activo, por eso son mejores dosis pequeñas durante un mayor tiempo de uso. 

El Dióxido de Cloro se mantendrá activo dentro del cuerpo entre 1 y 2 horas y una vez cumplida su función, lo único que quedará como residuos son trazas de cloruro de sodio (sal de mesa) y dióxido de carbono fácilmente eliminados por los riñones y pulmones respectivamente.

Dióxido de Cloro y su Explicación Bioquímica

El Dióxido de Cloro / CLO2, es tan diferente de la lejía o hipoclorito de sodio / NaClO como lo es la sal de mesa / NaCl; la sustancia base para producir Dióxido de Cloro es el Clorito de Sodio / NaClO2, si se mira la composición química del hipoclorito, del clorito y de la sal de mesa podemos ver que se diferencian tan solo en una molécula de oxígeno y es justo esta, la que las hace cosas completamente distintas. 

El Dióxido de Cloro tiene una carga neutra en agua, no se combina químicamente con los elementos que oxida, es soluble en agua, sin generar enlaces químicos y sin dejar cloro residual. Además, dentro del mismo proceso de oxidación, se libera calor y en consecuencia energía a modo de pulso electromagnético, el cual facilita una reactivación de la mitocondria celular.

 El Dióxido de Cloro es sumamente explosivo en las membranas externas de los microorganismos que sobrepasan determinado grado de acidez, lo cual termina por oxidar a dicho ente; además tales microorganismos generan materiales de desecho con carga negativa, el Dióxido de Cloro al contar con una carga positiva, atrae dichos componentes y termina por eliminarlos.

Desde la sangre, solo se libera en las zonas donde encuentra acidez, lo más interesante es que su reacción oxidativa es más intensa cuanto más ácido es el elemento a oxidar, otra de las cuestiones interesantes, es que al ser un gas, tiene la capacidad de disolverse fácilmente en agua y en consecuencia penetrar fácilmente en los tejidos intersticiales.

El Dióxido de Cloro / CLO2, es tan diferente de la lejía o hipoclorito de sodio / NaClO como lo es la sal de mesa / NaCl; la sustancia base para producir Dióxido de Cloro es el Clorito de Sodio / NaClO2, si se mira la composición química del hipoclorito, del clorito y de la sal de mesa podemos ver que se diferencian tan solo en una molécula de oxígeno y es justo esta, la que las hace cosas completamente distintas. 

El Dióxido de Cloro tiene una carga neutra en agua, no se combina químicamente con los elementos que oxida, es soluble en agua, sin generar enlaces químicos y sin dejar cloro residual. Además, dentro del mismo proceso de oxidación, se libera calor y en consecuencia energía a modo de pulso electromagnético, el cual facilita una reactivación de la mitocondria celular.

Cuando el cuerpo está enfermo, necesita ser limpiado de:

  • Bacterias patógenas
  • Parásitos
  • Hongos
  • Virus
  • Metales pesados y residuos de medicamentos
  • Grasas saturadas toxicas
  • Residuos de azúcares
  • Acidez excesiva
  • Células acidificadas
  • Mucosidades acumuladas

Con las bacterias actúa interviniendo sobre sus procesos celulares básicos interrumpiendo el transporte de nutrientes a través de su membrana, deshaciendo su estructura básica y según el Dr. Andreas Kalcker porque estos organismos unicelulares no tienen la capacidad de disipar la carga electromagnética generada a partir de la oxidación. 

Se piensa que con relación a los virus trabaja eliminando la mucoproteína que estos necesitan para unirse a la célula y penetrar en ella.

Con hongos parece ser que elimina las esporas e inhibe su propagación, mientras que con parásitos unicelulares responde directamente al encontrarlos como patógenos ácidos.

Con relación a los metales pesados, por su composición, permite que sean oxidados por el Dióxido de Cloro y en consecuencia se encuentren en una composición que el organismo puede eliminarlos del cuerpo, mientras que con las mucosidades parece ser que penetra eliminando los microorganismos que en ellas se alojan.

Conductividad eléctrica
y falta de energía

No hay vida sin transferencia eléctrica, para que esta sea óptima debemos tener las suficientes sales dentro de nuestro cuerpo y al mismo tiempo una correcta oxigenación la cual permita generar la energía necesaria.

Si un organismo no tiene energía u oxígeno suficiente para generarla, sus procesos internos de regulación y mantenimiento se ven afectados y será imposible mantener un estado apropiado de salud. Como ya hemos mencionado, a partir de la oxidación se genera energía, pero además se logra regular el pH del organismo, gracias a esto, mantenemos el estado interno del cuerpo en norma y así mismo sus procesos, logramos mantener a los microorganismos internos a raya y así podría continuar párrafos enteros. 

NECESITAMOS OXIDACIÓN PARA GENERAR ENERGÍA Y NECESITAMOS SALES PARA FAVORECER SU CONDUCCIÓN.

La sintomatología que se pueda generar a partir del uso del Dióxido de Cloro, la cual entenderemos como “crisis curativa” pueden estar bien por un par de horas o hasta un día, pero más allá de ello pueden estar haciendo más mal que bien, el Dióxido de Cloro ha de tomarse en la mayor cantidad posible sin que genere problemas, en caso de que esto suceda lo recomendable es parar el consumo, volver a la normalidad y reiniciar con la dosis mínima.

¿MMS o CDS?

El CDS como lo define Andreas Kalcker es solo el gas (Dióxido de Cloro) de la mezcla (de MMS o CD) burbujeando por el agua que es pH neutro y que tiene muchas ventajas:

La principal ventaja del CDS sobre el MMS es que solo encontramos el gas y no residuos de las sustancias base, esto implica 3 cosas: la primera es que podremos evitar efectos secundarios que probablemente sean generados por dichos componentes básicos y la segunda es que al no encontrarse dichos componentes, no hay una segunda activación que genera más Dióxido de Cloro, lo que en algunas persona genera ciertos efectos secundarios y en consecuencia, al no tener esta segunda activación, podemos ser más exactos en la dosificación que damos a la persona. Otras ventajas son la falta de sabor y olor, lo cual lo hace más ingerible y nos permite dosificaciones más altas.

Menciona el Dr. Kalcker que tomando CDS es como más se aprovecha el Dióxido de Cloro debido a que se absorbe directamente a través de las mucosas, llevándolo a los tejidos intersticiales; esto es así debido a que en CDS el Dióxido de Cloro ya esta activado y en su máxima expresión, mientras que con MMS o CD continúa generándose minutos después de su ingesta.

Personalmente esto me ha hecho pensar que lo que antes considerábamos crisis curativas atribuidas al Dióxido de Cloro eran los efectos secundarios del Clorito de Sodio y cualquiera de los dos ácidos activadores en el cuerpo. 

El CDS, ya preparado, embotellado en cristal o polietileno y refrigerado, puede mantenerse enteramente activo durante un periodo de 5-6 meses.

Advertencias

  • No almacenar MMS, CD o CDS a altas temperaturas o expuesto al sol, pues puede causar quemaduras al abrirlo.
  • No permitir que el MMS o CD al 100% permanezca más que un par de minutos en la piel.
  • Nunca tomar MMS, CD o CDS sin diluir; en caso de hacerlo tomar mucha agua y provocarse el vómito.
  • Evitar que el Clorito de Sodio caiga al suelo y si lo hace, limpiar, pues al secarse puede hacerse combustible con la fricción de los zapatos.
  • Si se consumió en exceso y se tienen síntomas intensos, lo mejor es tomar bicarbonato en la proporción de una cucharadita por una taza de agua. 
  • Nausea, vómito, diarrea, fatiga severa, son indicaciones de que esta funcionando, pero de forma excesiva; se recomienda empezar siempre con dosis mínimas hasta encontrar la máxima tolerancia sin tener fuertes crisis curativas.
  • Es tóxico por inhalación masiva y prolongada.
  • Cuidar la interacción con anticoagulantes e hipertensivos.
  • Recordar que una cosa es lo que nuestro cuerpo oxida y otra es lo que elimina, hemos de encontrar un equilibrio entre lo que oxidamos y la capacidad de nuestro cuerpo de eliminar los residuos, pues si no se mantiene un equilibrio, se tendrán residuos acumulados en el cuerpo y se generan crisis sintomáticas.

 

  • Con respecto a las comidas, comer 15 minutos después de una toma y continuar de modo normal con el protocolo.
  • No tomar en ayunas pues puede ser irritante para el estómago.
  • Evitar el consumo de lácteos, suplementos antioxidantes, exceso de vitamina C en la dieta, café y refinados.
  • Cuanto más enferma la persona, más suave la dosis de inicio ha de ser y el aumento de la dosis más lento deberá darse.
  • Evitar el uso de ácido cítrico pues estimula el crecimiento de ciertas bacterias a nivel estomacal.
  • Mantenga el CDS siempre refrigerado, pues a temperatura ambiente el gas se dispersa y pierde intensidad su efecto.

 

Razones por las cuales el Dióxido de Cloro puede no estar funcionando

  • Mala dosificación
  • No cumplir los protocolos
  • Neutralización por otros agentes
  • Pérdida de potencia del producto
  • Tiempo de uso insuficiente
  • Falta de ajuste personal
  • Terapias previas que han dañado anatómica o fisiológicamente tejidos
  • Dieta
  • Parásitos
  • Estrés
  • Destrucción quirúrgica
  • Residuos de vacunas
  • Factores psicosomáticos
  • Toxicidad ambiental
  • Daños de nacimiento o permanentes
  • Órganos intoxicados
  • Re-infección
  • Contaminación electromagnética
  • Agua sucia

Conoce los principales protocolos de uso del dióxido de cloro

Puedes acceder a todos los “protocolos de uso” del Dióxido de Cloro, ten en cuenta que muchos de estos protocolos implican el uso de otros complementos como los son: DMSO, Agua de Mar, Trementina, Sales de Schüssler, Aceite de Cannabis y algunos otro más.