DMSO
Dimetil Sulfóxido
El DMSO es Dimetil Sulfóxido y se extrae de la madrea de forma natural. El DMSO es un antioxidante selectivo, esto quiere decir que no capta oxidantes arbitrariamente, sino que solamente toma los radicales hidroxilos nocivos que hay en los tejidos dañados y/o enfermos reduciendo así el estrés oxidativo, el cual constituye un impedimento para la regeneración de tejidos.
Esta sustancia, como ya mencioné, funciona como un antioxidante selectivo y lo interesante es que al mismo es capaz de mejorar la difusión de oxidantes disueltos en ella para estimular la respuesta inmune y combatir microorganismo o elementos nocivos a través de la oxidación; esto es justo lo que lo hace muy compatible con el Dióxido de Cloro.
El cuerpo va transformando el DMSO administrado en azufre orgánico (dicho proceso metabólico se da en el hígado), elemento que tiene alto impacto positivo en el tejido conjuntivo.
Las moléculas del Dimetil Sulfóxido no se topan con barreras ni resistencias al dispersarse en los tejidos u órganos, se piensa que esto es debido a su composición química, pues siempre esta en condiciones de intercambiarse con partículas de agua mientras se encuentra activo en el cuerpo. Se ha encontrado que tiene la propiedad de reemplazar moléculas de agua en la célula, lo que da lugar a que los puentes de hidrógeno sean más fuertes que los que hay entre las propias moléculas de agua.
El Dimetil tiene 6 átomos de hidrógeno más que el agua, los cuales se cree que actúan arrastrando moléculas complejas sin alterarlas ni mezclarse con ellas; al mismo tiempo esto lo hace sumamente compatible con el agua y por lo antes mencionado sobre el refuerzo que da a los puentes de hidrogeno este pudiera favorecer la formación de agua estructurada (H3O2) de la que habla detalladamente el Dr. Andreas Kalcker y/o agua cristal, descubrimiento de la Dra. Esther del Rio.
Se dice que este efecto de penetración e interacción desaparece tras 3 días después de la última toma de esta sustancia, aunque es probable que haya estructuras internas que mantengan un nuevo orden tras la salida del Dimetil; la mayor parte de la sustancia abandonará prematuramente la circulación sanguínea al penetrar sobre las barreras biológicas y distribuirse por el cuerpo.
Tras su aplicación se detecta en sangre después de 5 minutos, teniendo su acción máxima entre 4 y 6 horas después de la ingesta y reduciéndose paulatinamente tras pasar de 1 a 3 días. La idea es consumirlo diariamente para lograr mantener un cúmulo día a día.
Pesa 1.1 gramos por ml; como protocolo básico se toma un promedio de .05ml a .1ml por kg de peso.
Algunas de las funciones del Dimetil Sulfóxido son: analgésico, reabsorbe hinchazones o derrames, vasodilatador, cicatrizante, favorece la regeneración y modula el crecimiento del tejido conjuntivo, regeneración y reorganización celular, medio de transporte para otras sustancias ya que tiene la capacidad de penetrar en las membranas biológicas, antioxidante selectivo, relajante muscular, diurético, modula y refuerza otros medicamentos, antifibrótico, vagotónico, inmunomodulador, anticoagulante e inhibidor de la agregación plaquetaria, regula el colesterol, atenúa cicatrices, incrementa la difusión de oxígeno y mejora su saturación en tejidos, hidratación celular, antianémico.
Sugerencias y advertencias
- Su propiedad vasodilatadora propicia el enrojecimiento de la piel; otros efectos posibles son: picores, escozor, descamación, hormigueo, resequedad…
- Hay que limpiar muy bien la zona antes de aplicar.
- El Dimetil se aplica con pincel, algodón, bastoncillos o si es con la mano, esta debe esta sumamente limpia.
- Tarda aproximadamente 20 minutos en absorberse a través de la piel, si no se presentan molestias locales, se puede aplicar varias veces al día.
- Cuando se aplica sobre la piel hay que dejar la zona descubierta, pues este también disuelve rápidamente los tintes, accesorios textiles, detergentes, etc.
- Si genera molestias importantes, se puede diluir agregando unas gotas de agua y buscar una dilución mayor para la próxima aplicación.
- Tras su consumo oral y su metabolismo hepático, la persona emitirá un olor parecido al ajo durante las siguientes 72 horas.
- Cuando se toma oral, se puede diluir con algún jugo para reducir su sabor.
- Se ha de mantener bien cerrado y a temperatura ambiente (se congela a los 18.5 grados, en caso de congelarse se pone a temperatura ambiente o a baño maría en estufa eléctrica pues esta sustancia es combustible).
- Tras ser mezclado con agua genera calor, efecto normal debido a la reacción químico molecular que genera con esta.
- La mejor forma para la dilución de aplicación tópica es con agua destilada.
- Para preparación de gotas oculares, óticas o nasales se utiliza agua isotónica esterilizada.
- Se recomienda tomarlo durante 14 y posteriormente tomar un descanso de 3 a 7 días, esto para evitar una sobreacumulación.
- Al igual que el clorito de sodio, se almacena en cristal o polietileno de alta densidad (HDPE).
- Al mezclarse con otras sustancias se potencia su efecto, pues penetra más profundamente en los tejidos; esto aplica para sustancias médicas o para residuos tóxicos.
- Cuando se utiliza con animales hay que aplicar dosis mayores o en preparación con gel para que penetre a través del pelo.
La solución del MMS al 28% es en realidad al 22.4% pues el clorito de sodio base que se utiliza esta al 80% y no al 100%. Las dosis de 3 gotas contienen 30ppm de dióxido de cloro y .0004% de clorito de sodio, lo cual es una dosis muy por debajo de la que pudiera causar toxicidad.
RECUERDA: NUNCA INGERIMOS CLORITO DE SODIO PURO Y SIN ACTIVAR Y MUCHO MENOS SIN DILUIR.
Diluciones según la zona a aplicar:
- Piernas y columna vertebral: 70-80%
- Tronco y extremidades superiores: 50-70%
- Oídos y nariz: 20-30% (aplicar 2 o 3 gotas)
- Ojos: 5% (aplicar 1 o 2 gotas)
- Verrugas: 80%
- Boca: 10%
- Cara: 10-20%